El agua debe estar a la temperatura de la habitación. El agua demasiado fría puede perjudicar a una planta.
. Deja el agua del grifo en una jarra durante un día entero para que se evapore el cloro. Esto ayudará a evitar los bordes oscuros en las hojas.
. Mete el dedo un par de centímetros en la tierra que rodea a la planta. Si la notas húmeda, no riegues.
. El agua en que se han hervido huevos duros está llena de minerales y es un buen «trago» para tus plantas
. También puedes poner cáscaras de huevo en un jarro con agua y taparlo. Déjalo un día entero antes de regar. Pero no almacenes cáscaras de huevo, porque se pudrirán dando muy mal olor.
. Los mejores fertilizantes son el agua de una pecera y el agua en que se ha descongelado pescado.
. No tires el sifón que ha perdido la efervescencia. Tiene los elementos químicos que necesitan tus plantas para tener más vigor y color.
. De vez en cuando, si quieres regar las plantas que están en macetas colgantes sin salpicar el suelo, prueba a hacerlo con cubitos de hielo. No gotearán antes de ser absorbidos. Pero hazlo sólo de vez en cuando.
. Las plantas bulbosas deben ser humedecidas desde abajo. Llena un plato hondo, o el fregadero con agua y pon allí la maceta.
. Si tienes un cuarto lleno de plantas, un vaporizador portátil es imprescindible para añadir humedad en invierno, a causa de la calefacción.
. La nieve es muy buena. Recoge un poco de nieve recién caída y deja que se derrita. Úsala para regar; hay gran cantidad de minerales en la nieve.
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