martes, 5 de octubre de 2010

La Costilla de Adán una planta versátil y hogareña


Si te gustan las plantas, pero no tienes un jardín o terraza donde poder desarrollar tus inquietudes botánicas, siempre te queda la opción de decorar tu hogar con una especie de interior. La costilla de Adán o Monstera Deliciosa es un recurso perfecto; los cuidados son muy simples y queda bien en cualquier rincón de la casa; incluso en aquellos donde otras no pueden sobrevivir.

Es una especie tropical de la familia de las aráceas que proviene del centro y el sur de América. Sus hojas van adquiriendo una forma muy peculiar en la madurez; entonces surgen en ellas una especie de cortes, similares a los surcos que recorren las costillas, para permitir el paso del aire y evitar su deterioro.

No sólo echa raíces bajo tierra, sino también sobre la superficie (raíces adventicias), para captar la humedad ambiental. En su región de origen, y creciendo de forma natural, esas raíces pueden llegar a colgar varios metros, por eso es considerada una planta trepadora; pero no te preocupes, en interiores su tamaño habitual es de poco más de 2 metros.

Si vas a adquirir una, fíjate en que tenga alguna hoja nueva; de no ser así tardará mucho en crecer. Estas hojas se distinguen por su color verde pálido, por no tener agujeros y por su tamaño, mucho más pequeño que las hojas maduras.

Multiplicación

La época de reproducción de la costilla de Adán es el verano, y la mejor forma de hacerlo es por esquejes, ya que la obtención de plantas madre mediante siembra sólo se puede realizar en climas tropicales. Los más aconsejables son los esquejes de tallos con yemas terminales, porque tardan menos en echar raíces que los de nudos (los primeros tardan seis semanas, mientras que los segundos sólo cuatro).

Han de plantarse directamente en una maceta, manteniéndolos a una temperatura aproximada de 25º C. Se puede utilizar cualquier tipo de sustrato estándar y es conveniente abonarlos todas las semanas durante la época de crecimiento. Sólo una o dos hojas brotan cada año, así que dale tiempo y no desesperes.

La costilla de Adán produce unos frutos comestibles con un sabor dulce similar al del plátano. Pero no te preocupes si tu planta no los tiene, es muy raro que fructifiquen en interiores. En algunos lugares de Sudamérica se utilizan para elaborar refrescos.

Cuidados

Se desarrolla en óptimas condiciones a una temperatura media, nunca por debajo de los 10º C. Evidentemente, no debe recibir luz solar de forma directa, ya que al tratarse de una planta de interior no la toleraría. En cuanto al agua, es conveniente que la tierra esté siempre húmeda entre los meses de noviembre y marzo; el resto del año hay que dejar que se seque entre riegos.

Es probable que tu planta crezca y se extienda más de lo previsto. En tal caso, puedes cortarla, pero siempre por debajo de alguna de las raíces que salen de los tallos. Siguiendo su línea de crecimiento, el período de tiempo que puede mantenerse en la misma maceta es de aproximadamente dos años, cambiándola por una más grande en cada ocasión.

En el recuadro de la derecha podràs encontrar màs informaciòn para el cuidado de tus plantas y flores, sugerencias y consejos para adquirir lo mejor y de calidad.

jueves, 9 de agosto de 2007

Consejos sobre el riego en verano

El estío es una época peligrosa para nuestras plantas. Sufren calor y sequedad por culpa de las altas temperaturas, lo que constituye una oportunidad incomparable para el ataque de pequeños ejércitos de microorganismos que son muy peligrosos. Por otro lado, y con toda nuestra buena intención, intentamos paliar estos problemas inundando el sustrato, lo que da pie a la aparición de hongos indeseables.
Además, muchas de nuestras plantas pasan varios días solas cuando nos ausentamos para disfrutar del retiro vacacional, lo que constituye cierto riesgo. Te ofrecemos algunos trucos para optimizar el riego en verano y para que nuestro vergel sea autónomo durante nuestra ausencia.

Mejor la carencia
Para que nuestras plantas no corran peligro es necesario tener en cuenta algunos parámetros. El más importante es que es mejor es la falta que el exceso:
En caso de demasiado riego o encharcamiento, podemos llegar a perder el ejemplar sin que nos dé tiempo a reaccionar.
Otra consecuencia del exceso es que el agua que desecha la planta arrastra muchos nutrientes que ésta necesita, por ello, es muy útil dejar un recipiente debajo de la maceta para recoger esta agua tan beneficiosa y reutilizarla.
En el caso de plantas de jardín, esta práctica es imposible, por lo que la tierra suele encharcarse si nos excedemos, o arrastrar los nutrientes a gran profundidad.

jueves, 18 de enero de 2007

Significado del nombre de las flores

Desde los más remotos tiempos las flores tuvieron un sentido elocuente, claro y preciso para los iniciados. Con ellas expresaban las mujeres sus más recónditos pliegues de su alma y sus más íntimos anhelos en el juego eterno del amor. Fue en Oriente donde surgieron las claves ocultas del lenguaje de las flores y a través de los siglos pasando por los egipcios, edad media, renacimiento, llego hasta la época del más puro y fino romanticismo, entonces surgió con todo su esplendor el antiguo recurso de hacer hablar a las flores, recurso que pasaba de madres a hijas como un delicioso secreto familiar.Era tan extenso su significado que traspasaba los limites simplemente amorosos. Hoy en día este lenguaje ya esta en el desván del olvido, es por ello que ponemos aquí una síntesis del lenguaje de las flores

Acacia: Elegancia
Acedera: Paciencia
Adelfa: Seducción
Aguileña: Adolescencia
Alhelí amarillo: Fidelidad en la adversidad
Almendro: Indiscreción
Altramuz: Veracidad
Amapola blanca: Sueño
Animona: Abandono
Azafrán: Conocimiento del exceso
Azucena: Corazón inocente
Acaciaamarilla: Amor secreto
Begonia: Cordialidad
Betonica: Sorpresa
Belladona: Sinceridad
Boca de dragón: Presunción


Caléndula:Inquietud, calmare tus penas
Campanula: Coquetería
Capullo blanco de rosa: Inocente en amor
Clavel amarillo: Desdén
Clavel rojo: Corazón que suspira
Cardo lanudo: Desquite
Ciclamen: Desconfianza
Clavel silvestre: Amor de mujer
Correhuela: Humildad
Crisantemo amarillo: Amor desdeñado
Crisantemo blanco: Sinceridad
Campanilla de invierno: Esperanza
Capuchina: Obediencia
Capullo rojo de rosa: Pureza
Clavel estriado: Rechazo
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lunes, 15 de enero de 2007

Plantas perfectas para espacios reducidos


La proliferación de los pequeños apartamentos y estudios en las sociedades urbanas durante las últimas décadas ha obligado al mercado a reinventar tendencias, estilos, muebles y objetos acordes con los nuevos formatos de viviendas.

El universo de las plantas también se ha visto afectado por esta nueva modalidad de hogares y, si bien no se han llevado a cabo estrategias para la producción de especies pequeñas, es verdad que estas plantas han ganado protagonismo y cada vez son más demandadas.

En espacios ajustados se recomiendan especies de poco crecimiento, como la Pilea cadierei, el Hipoestes, el Helecho botón, el Rosal enano, la Nertera granadensis y algunos tipos de cáctus y bonsáis.

Pilea cadierei. Esta planta crece bien si tiene suficiente luz (en la estación fría conviene situarla junto a la ventana) y una temperatura mínima de unos 12ºC en invierno. Necesita un nivel de humedad medio y es aconsejable pulverizar sus hojas levemente en épocas calurosas, periodos en los que también demanda un par de riegos semanales, mientras que a partir del otoño se conforma con un aporte hídrico cada siete días.
Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) le vendrá bien fertilizante y también habrá que recortar sus tallos unos centímetros para que presente un aspecto óptimo.

Hipoestes
Al igual que en el caso anterior, la luz le resulta imprescindible para su desarrollo por lo que conviene ubicarla en lugares luminosos. Sin embargo, hay que ser prudente al respecto, pues el exceso o el efecto del sol directo pueden provocarle quemaduras en las hojas. Su exigencia de humedad se resuelve poniendo la maceta sobre una capa de guijarros con agua y su demanda de agua se soluciona aplicándole tres riegos semanales en verano y uno en invierno. Con un aporte de fertilizante líquido cada tres semanas durante las estaciones más cálidas y una poda regular de sus hojas y flores dañadas, el hipoestes se mantendrá perfecto durante varias temporadas.

Helecho botón
Es una planta pequeña, con hojas redondeadas de un tono verde oscuro, que se adapta perfectamente a los ambientes de interior siempre que mantengan un nivel de humedad adecuado. Este se logra colocando la maceta sobre una capa de guijarros o gravilla con agua. Necesita riego dos veces cada diez días en verano mientras que en la estación fría se conforma con un único aporte durante ese mismo espacio temporal. Es conveniente enriquecerla con abono líquido cada doce días durante los meses cálidos.

Rosal enano
Es una variedad de rosal perfecta para su cultivo en interior, pero requiere unas condiciones de luz y de humedad apropiadas para que se desarrolle en total plenitud. Debe situarse en un lugar luminoso que a su vez esté resguardado del sol directo y de las corrientes de aire. La humedad idónea se consigue poniendo la maceta sobre una capa de guijarros o gravilla con agua y pulverizando regularmente las hojas, sobre todo en primavera y verano. Temporadas en las que también pide agua en abundancia, pero ¡ojo!, no se debe regar nunca esta planta si se aprecia humedad de un riego anterior.

Nertera granadensis
Es una planta delicada que da flores muy pequeñas en primavera y bayas naranjas o amarillas en verano. Hay que ubicarla en lugares luminosos y frescos y alejarla de los rayos directos del sol. El riego más apropiado consiste en colocar un recipiente con agua bajo la maceta, pero poco tiempo, de forma que chupe el líquido sin encharcarse. No conviene pulverizar ni mojar sus hojas.






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jueves, 11 de enero de 2007

Las plagas


Las plagas

Podemos denominar plaga a la agrupación de animales que se alimenta de las plantas y causa un perjuicio en ellas más o menos grave. Los animales que originan las plagas son insectos, ácaros, nematodos y otras especies como moluscos, roedores, aves. Para constituir una plaga debe existir un gran número de individuos que ocasione daños evidentes en la planta. Podemos concluir, por tanto, que la presencia de estos insectos en la planta no siempre representa un riesgo para su salud, sino un daño estético, por lo que habría que plantearse si realmente merece la pena un tratamiento fitosanitario ante la sola aparición de algunos individuos o sólo cuando se ve que pueden ser un peligro potencial o real.
Plagas frecuentes: insectos. Los insectos tienen el cuerpo dividido en tres regiones: cabeza, tórax y abdomen. A su vez, incorporan tres pares de patas y pueden tener dos pares de alas, un par o ninguna. Su aparato bucal, a través del que realizan el daño a la planta, se puede clasificar en varios tipos:
Masticadores: poseen mandíbulas con las cuales cortan y trituran hojas, tallos, raíces... De este modo se alimentan los escarabajos adultos, la langosta y las larvas de muchos insectos.
Chupadores: tienen la boca adaptada para absorber los jugos vegetales que les nutren (pico, lengua, ventosa, etc).
El aparato bucal es muy importante desde el punto de vista agrícola porque no es lo mismo luchar contra un masticador que contra un succionador. Además, los insectos se multiplican muy rápidamente y, en algunas ocasiones, las hembras ponen huevos sin haber sido fecundados previamente (partenogénesis). La temperatura y la humedad, la existencia de enemigos o falta de alimentos reducen su potencial de reproducción.
En cuanto a los medios de propagación, el insecto se puede valer de sus propios medios o por otros ajenos a él: viento, aperos y herramientas, viajar en otras plantas que se traen de otros lugares, etc. Conviene saber que la cubierta rígida que los protege no les permite crecer de modo semejante a como lo hacen otros animales. A intervalos más o menos regulares, el insecto se desprende de la cubierta para formar una nueva; estos cambios que experimenta reciben el nombre de metamorfosis.
En las metamorfosis complicadas, el insecto pasa por varios estados muy diferenciados: huevo, larva (oruga en las mariposas), ninfa, pupa o crisálida e insecto adulto. En la mayoría de los casos los mayores daños los produce el insecto en la fase de larva.
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lunes, 8 de enero de 2007

Bonsáis: ¿cultivo exterior o interior?


Bonsáis: ¿cultivo exterior o interior?

"¿Debo cultivar mi bonsái en el interior o en el exterior?". Sin duda, ésta es una pregunta que muchos se hacen al comienzo de su afición por estos árboles en miniatura. Realmente no existen bonsáis de interior o exterior, todos las plantas, y en este caso, todos los árboles han evolucionado y se han adaptado a unas condiciones ambientales que podríamos denominar como "externas".
El concepto "interior" surge en el momento en el que deseamos cultivar determinadas plantas en lugares con condiciones diferentes a las de su medio natural (por ejemplo, plantas tropicales en latitudes frías y/o secas), lo que nos obliga a encontrar una forma de crear un ambiente igual o parecido al original.
En muchas ocasiones ese ambiente que simula al medio natural se conseguirá simplemente dentro de nuestra casa, en un invernadero o un terrario, dependiendo de la resistencia de la especie o de la complicación para encontrar el ambiente más idóneo (con las condiciones de calor, luz y humedad adecuadas). Como podemos observar, el concepto "interior" deriva de la idea de no cultivar en el "exterior", que es el natural.
Realmente deberíamos plantar sólo aquellas especies adaptadas a las condiciones ambientales de nuestra zona, es lo que generalmente denominamos bonsái autóctono y, por supuesto, cultivarlas sin excepción en el exterior.

Variedades tropicales

Hoy en día la oferta de las tiendas especializadas nos ofrece la posibilidad de tener especies de otras latitudes, es decir, que no son autóctonas, y, por tanto, adaptadas a un ambiente diferente al de nuestro lugar de residencia. Es en este caso cuando podríamos vernos obligados, y sólo durante alguna época del año (por ejemplo, invierno), a ayudar a nuestro bonsái con unas condiciones más favorables y parecidas a las de su hábitat.
El caso más habitual es cuando se trata de plantar árboles de origen tropical o subtropical en las zonas templadas o frías de ambos hemisferios. Durante la época en las que las temperaturas son más desfavorables (invierno y parte del otoño y la primavera), deben estar en el interior de casa o en un invernadero, pero sin descuidar sus necesidades de luz, agua, etc. Y sólo durante el tiempo estrictamente necesario, es decir, en el momento en el que las condiciones externas sean las adecuadas, el bonsái debe volver al exterior.
Esto, lógicamente, dependerá de las latitudes. Cuanto más cerca del ecuador, menos días del año necesitará vivir en condiciones de "interior" (ecuador = 0 días en el "interior"/365 días en el "exterior"); y cuanto más lejos del ecuador, más días al año necesitará vivir en el "interior" (polos = 365 días en el "interior"/0 días en el "exterior").
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miércoles, 3 de enero de 2007

Cuidados y mantenimiento de los árboles frutales

Cuidados y mantenimiento de los árboles frutales

Si has decidido plantar uno o varios frutales en tu jardín, la mejor época para hacerlo es desde el otoño hasta la primavera. No obstante, antes de acometer la tarea debes conocer una serie de pautas para realizar el trabajo con éxito y lograr que los árboles plantados se desarrollen en todo su esplendor.

La mayoría de los frutales tardan de dos a tres años en dar frutos, por lo que tienes queser paciente. Para que escojas un ejemplar que se adecue a tu jardín, debes tener en cuenta varios factores: espacio del que dispones, el tipo de suelo en el que vas a plantary las condiciones climáticas, sin olvidar tu gusto personal.

La localización más apropiada.Los árboles frutales no se pueden plantar en cualquier tipo de suelo. La tierra debe drenar muy bien; si es pesada, debe mejorarse añadiendo materia orgánica y arena de río.Como norma general, los frutales requieren espacios abiertos, muy soleados, ausencia de vientos fríos y, preferentemente, una orientación Sur para los albaricoqueros, cerezos, melocotoneros, perales, manzanos y ciruelos.Las zonas que sufren heladas en invierno limitan el tipo de frutal que se puede plantar. Dependiendo del tamaño de tu jardín, tienes que localizar un lugar bien orientado y que no interfiera con el aprovechamiento del terreno.Cuando vayas a adquirir el frutal en tu centro de jardinería, tienes que analizar cuidadosamente todo el conjunto. Si lo compras antes de que salgan las flores y las hojas, debes observar que las raíces no salgan por el agujero de drenaje. Comprueba que el injerto esté en buenas condiciones, es decir, que la cruz del frutal no sea muy baja y tenga las ramas bien equilibradas, signo de que está bien formado. Observa también el tronco; no debe tener heridas, perforaciones, ni restos de un líquido con aspecto gomoso, ya que esto puede ser síntoma de una grave enfermedad bacteriana -gomosis- difícil de erradicar. En el caso de que adquieras el frutal con las hojas, observa bien el haz y el envés de las mismas para ver si hay síntomas de enfermedades o plagas.

Cómo plantarlo: Una vez elegido el frutal y su emplazamiento en el jardín, el siguiente paso es proceder a plantarlo. Debes cavar un hoyo que sea un poco más del doble del tamaño del cepellón. Para comprobar si el suelo es bueno para plantar un frutal, llénalo de agua y espera 36 horas. Si en ese plazo de tiempo el agua no ha desaparecido por completo, el suelo no es apropiado para plantar el frutal y deberás buscar otro nuevo emplazamiento que drene mejor. En el caso de que sigas teniendo ese problema en todo el jardín, cava un hoyo más ancho y profundo, añade grava en el fondo y rellena parte de éste con sustrato mezclado con arena de río.Para plantarlo saca el frutal del contenedor con cuidado de no dañar las raíces. Colócalo en el hoyo y comprueba que permanezca erguido. Cuando lo introduzcas en la tierra nunca debes plantarlo a mayor profundidad que la altura del contenedor donde venía.En el caso de que el árbol corra riesgo de moverse o caerse por el viento, debes colocarun tutor en el hoyo antes de taparlo. Una vez hecho esto, añade tierra asentándola pocoa poco alrededor del cepellón, hasta rellenar completamente el hoyo. A continuación, riega todo el conjunto.Hasta que no pasen tres meses desde la plantación no apliques ningún fertilizante, ya que es conveniente esperar a que el frutal que se establezca bien y expanda sus raíces.

Cuidados generales:El riego es el principal factor por el que los frutales mueren en el primer año. Un exceso de agua puede tener graves consecuencias e impedir que las raíces respiren, aunque la falta de agua al principio también puede ser funesta para el árbol.El abonado se lleva a cabo a principios de primavera con fertilizantes orgánicos a base de una mezcla de sustrato vegetal abonado y humus de lombriz.
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