Sin duda, el reino vegetal proporciona gran cantidad de beneficios para el ser humano. Además de crear oxígeno o poner color en hogares y jardines, las plantas son muy utilizadas en el mundo gastronómico para ensalzar los sabores de numerosos platos y hay algunas que son especialmente digestivas y con propiedades curativas. Por eso, es importante conocerlas y sacarles el mejor partido cultivándolas por uno mismo. Aunque son muchas, y con muchas virtudes:
Albahaca: Esta es una planta muy utilizada en la cocina para condimentar y aromatizar ensaladas, pescados cocidos o asados, o picada en sopas vegetales. Pero, además, es eficaz contra el dolor de estómago, la falta de apetito y el estreñimiento.
Para su cultivo es necesaria una maceta mediana que se llenará de tierra un poco arenosa. En ella se entierra la semilla a la misma profundidad que su tamaño y se cubre. Es conveniente añadirle media cucharadita de café y dejar que le dé el sol de vez en cuando, regándola con cierta frecuencia.
Artemisa: Se usa mucho en asados o guisos. Su aroma estimula el apetito y la secreción de los jugos gástricos, por lo que se utiliza para la digestión de los platos más pesados o con mayor cantidad de grasas. Además, es útil contra el mal aliento y las diarreas y ayuda al buen funcionamiento del hígado.
Se usa mucho en asados o guisos. Su aroma estimula el apetito y la secreción de los jugos gástricos, por lo que se utiliza para la digestión de los platos más pesados o con mayor cantidad de grasas. Además, es útil contra el mal aliento y las diarreas y ayuda al buen funcionamiento del hígado.
Mejorana: En la cocina es una especie muy indicada para asados, carnes, sopas y guisos de verduras. Su similitud al orégano hace que sea un buen condimento para la pasta. Por otra parte, cabe destacar que es muy adecuada para problemas del aparato digestivo, abre el apetito y es indicada contra la anorexia.
Se siembra en marzo o abril y no aguanta bien el frío. Se recoge cuando posee un mayor aroma, durante los meses de julio y agosto, para lo cual se corta por encima del segundo nudo y se ata en ramilletes que se ponen a secar al aire y boca abajo.
Menta:Esta es una planta muy usada en ensaladas, sopas, verduras y guisos, aderezándolos y haciéndolos más digestivos. También combina con los requesones y quesos frescos. En el tema de salud, es utilizada por sus beneficios para el aparato digestivo y para aliviar los dolores menstruales.
La menta crece fácilmente en maceta o en plena tierra y no requiere unos cuidados especiales, a excepción de una cierta regularidad en su riego. Se siembra en primavera y se utilizan las ramitas frescas para aromatizar los platos. Si se quiere secar para preparar infusiones, se tiene que recoger antes de que florezca, en verano, cortar por el segundo nudo y atar en ramillete, colgándolo boca abajo. Después, se guarda en un recipiente hermético que la preserve contra la humedad.
Orégano: Tradicionalmente, es el más usado para aderezar pizzas y pastas, aunque también se puede combinar con las patatas guisadas, las carnes a la brasa o las verduras. Además de estos beneficios, el orégano es muy digestivo y contribuye al buen funcionamiento de la vesícula biliar y el hígado.
El clima mediterráneo es el más propicio para que se desarrolle esta planta, que únicamente necesita la luz del sol. Se recoge al florecer, cortándolo preferentemente a media altura para que, así, pueda volver a rebrotar. Se seca también en ramillete y boca abajo. Luego, se tritura con un molinillo y se guarda herméticamente.
Romero: En el mundo gastronómico es usado en pequeñas cantidades para guisos de carne, verduras, sopas de hortalizas, aves y setas. Influye positivamente en los trastornos gastrointestinales, dolencias renales, reuma, gota, agotamiento nervioso y ayuda a fortalecer a los convalecientes. Por su parte, el vino de romero tiene grandes propiedades terapéuticas y algunas personas aseguran que aumenta la potencia sexual.
Es un arbusto muy vistoso que crece en clima mediterráneo, a pleno sol o a media sombra. En invierno es necesaria la protección de las macetas, ya que es una planta que no resiste bien el frío. Florece de marzo a mayo con pequeñas flores azules. Las ramas tiernas pueden ser recogidas durante todo el año, aunque lo mejor es que se haga antes de florecer.
Salvia Sus hojas picadas sirven para condimentar sopas, guisos y verduras. Combina bien con los asados, pescados y quesos blandos. En cuanto a sus beneficios medicinales, cabe decir que ayuda a que se haga bien la digestión y, tomándola en infusión, es un buen medio para combatir la sudoración excesiva, usándose, además, para enjuagues buco-faringeos. Tiene efectos sedantes y desinfectantes, en general.
Esta planta se puede comprar en tiestos o hacer esquejes en primavera y recoger brotes y hojas durante todo el año. Si se quiere guardar seca, ha de recogerse antes de la floración y secarla al aire en un lugar fresco y sombreado.
Tomillo: Su principal cualidad gastronómica es que hace más digestivos y apetitosos los platos grasos. Además, la sopa de tomillo estimula el apetito. Sirve también para aliviar las alteraciones gástricas o intestinales y forma parte de muchos elixires, jugos y gotas contra la tos.
Es una planta mediterránea que crece entre 10 y 40 centímetros y que posee unas flores muy vistosas de color rosado. Se puede cultivar en macetas o jardineras y, para recogerlo, es necesario que esté en flor, cortándolo a dos dedos del suelo. Se ata en ramilletes y se seca boca abajo o tumbado en el suelo, a media sombra.
Para su cultivo es necesaria una maceta mediana que se llenará de tierra un poco arenosa. En ella se entierra la semilla a la misma profundidad que su tamaño y se cubre. Es conveniente añadirle media cucharadita de café y dejar que le dé el sol de vez en cuando, regándola con cierta frecuencia.
Artemisa: Se usa mucho en asados o guisos. Su aroma estimula el apetito y la secreción de los jugos gástricos, por lo que se utiliza para la digestión de los platos más pesados o con mayor cantidad de grasas. Además, es útil contra el mal aliento y las diarreas y ayuda al buen funcionamiento del hígado.
Se usa mucho en asados o guisos. Su aroma estimula el apetito y la secreción de los jugos gástricos, por lo que se utiliza para la digestión de los platos más pesados o con mayor cantidad de grasas. Además, es útil contra el mal aliento y las diarreas y ayuda al buen funcionamiento del hígado.
Mejorana: En la cocina es una especie muy indicada para asados, carnes, sopas y guisos de verduras. Su similitud al orégano hace que sea un buen condimento para la pasta. Por otra parte, cabe destacar que es muy adecuada para problemas del aparato digestivo, abre el apetito y es indicada contra la anorexia.
Se siembra en marzo o abril y no aguanta bien el frío. Se recoge cuando posee un mayor aroma, durante los meses de julio y agosto, para lo cual se corta por encima del segundo nudo y se ata en ramilletes que se ponen a secar al aire y boca abajo.
Menta:Esta es una planta muy usada en ensaladas, sopas, verduras y guisos, aderezándolos y haciéndolos más digestivos. También combina con los requesones y quesos frescos. En el tema de salud, es utilizada por sus beneficios para el aparato digestivo y para aliviar los dolores menstruales.
La menta crece fácilmente en maceta o en plena tierra y no requiere unos cuidados especiales, a excepción de una cierta regularidad en su riego. Se siembra en primavera y se utilizan las ramitas frescas para aromatizar los platos. Si se quiere secar para preparar infusiones, se tiene que recoger antes de que florezca, en verano, cortar por el segundo nudo y atar en ramillete, colgándolo boca abajo. Después, se guarda en un recipiente hermético que la preserve contra la humedad.
Orégano: Tradicionalmente, es el más usado para aderezar pizzas y pastas, aunque también se puede combinar con las patatas guisadas, las carnes a la brasa o las verduras. Además de estos beneficios, el orégano es muy digestivo y contribuye al buen funcionamiento de la vesícula biliar y el hígado.
El clima mediterráneo es el más propicio para que se desarrolle esta planta, que únicamente necesita la luz del sol. Se recoge al florecer, cortándolo preferentemente a media altura para que, así, pueda volver a rebrotar. Se seca también en ramillete y boca abajo. Luego, se tritura con un molinillo y se guarda herméticamente.
Romero: En el mundo gastronómico es usado en pequeñas cantidades para guisos de carne, verduras, sopas de hortalizas, aves y setas. Influye positivamente en los trastornos gastrointestinales, dolencias renales, reuma, gota, agotamiento nervioso y ayuda a fortalecer a los convalecientes. Por su parte, el vino de romero tiene grandes propiedades terapéuticas y algunas personas aseguran que aumenta la potencia sexual.
Es un arbusto muy vistoso que crece en clima mediterráneo, a pleno sol o a media sombra. En invierno es necesaria la protección de las macetas, ya que es una planta que no resiste bien el frío. Florece de marzo a mayo con pequeñas flores azules. Las ramas tiernas pueden ser recogidas durante todo el año, aunque lo mejor es que se haga antes de florecer.
Salvia Sus hojas picadas sirven para condimentar sopas, guisos y verduras. Combina bien con los asados, pescados y quesos blandos. En cuanto a sus beneficios medicinales, cabe decir que ayuda a que se haga bien la digestión y, tomándola en infusión, es un buen medio para combatir la sudoración excesiva, usándose, además, para enjuagues buco-faringeos. Tiene efectos sedantes y desinfectantes, en general.
Esta planta se puede comprar en tiestos o hacer esquejes en primavera y recoger brotes y hojas durante todo el año. Si se quiere guardar seca, ha de recogerse antes de la floración y secarla al aire en un lugar fresco y sombreado.
Tomillo: Su principal cualidad gastronómica es que hace más digestivos y apetitosos los platos grasos. Además, la sopa de tomillo estimula el apetito. Sirve también para aliviar las alteraciones gástricas o intestinales y forma parte de muchos elixires, jugos y gotas contra la tos.
Es una planta mediterránea que crece entre 10 y 40 centímetros y que posee unas flores muy vistosas de color rosado. Se puede cultivar en macetas o jardineras y, para recogerlo, es necesario que esté en flor, cortándolo a dos dedos del suelo. Se ata en ramilletes y se seca boca abajo o tumbado en el suelo, a media sombra.
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